El Examen médico Ocupacional y
Auto medida de presión arterial en el domicilio como herramientas
imprescindibles para el diagnostico precoz y control de la hipertensión arterial
en la población trabajadora.
Este 17
de mayo se conmemora mundialmente el día internacional para el control y la prevención
de la Enfermedad Arterial Hipertensiva, un día propicio para hacer énfasis en
una de las herramientas que nos da nuestro sistema de medicina preventiva y
marco legal vigente para realizar el diagnóstico precoz de esta enfermedad, La evaluación
médica ocupacional (emo) en sus diferentes tipos (preingreso, periódico y
egreso). Un tercio de la población
trabajadora padece de este flagelo, que puede ser la base del desarrollo de
complicaciones en los principales órganos y sistemas del individuo y afectar de
manera sustancial su calidad de vida y sustentabilidad en el trabajo. El EMO, dada su obligatoriedad y cada vez más
importante cobertura en la población gracias a las nuevas legislaciones se
convierte en una de las principales herramientas de tamizaje de la enfermedad
en la población trabajadora, y por tanto en conjunto con La auto medida de la
presión arterial (AMPA), en el primer paso para el ingreso del paciente
hipertenso a su ruta de diagnóstico y terapéutica adecuada. El desarrollo de sistemas de gestión de
seguridad y salud en el trabajo, que implica el desarrollo de sistemas de
vigilancia epidemiológica para la detección temprana de las diversas patologías , que pueden afectar al trabajador según
su exposición laboral y condiciones genéticas , heredo familiares y medio
ambientales . En el marco de estas estructuras el EMO es la pieza clave inicial
para el desarrollo de las acciones preventivas y en el caso de la HTA , en
muchas ocasiones se convierte en “el primer encuentro con la enfermedad en el
paciente” este hecho a veces puede pasar desapercibido o desdeñado sin un
adecuado seguimiento, he aquí la importancia de la otra herramienta de atención primaria
que enlaza con el examen médico ocupacional; La auto medida de la presión arterial (AMPA) que
se ha popularizado gracias al desarrollo de dispositivos semiautomáticos y
automáticos de medida de PA los cuales han permitido que sea el propio paciente el que
realice las mediciones en su domicilio o su trabajo (en el marco de los SVE) . En
la actualidad, sabemos que las medidas obtenidas con AMPA se correlacionan
mejor con la afectación de órganos diana y con el riesgo de presentar una
enfermedad cardiovascular asociada a la hipertensión que la presión casual de consulta
de modo que la interacción de EMO y AMPA se convierte en una herramienta
prodigiosa de prevención, Recientemente,
la Sociedad Europea de Hipertensión y la American Heart Associaton (AHA) han
publicado nuevas recomendaciones para el tratamiento práctico de la AMPA en las
que se incide en la importancia de su uso para complementar la medida de PA en
la clínica. El límite de normo tensión se establece en valores inferiores a 130/85
mmHg, si bien este umbral puede considerarse como preliminar y requiere una
validación posterior basada en estudios prospectivos. La utilidad de la AMPA
depende de la fiabilidad de las medidas, que a su vez está condicionada por la
técnica del paciente y el aparato utilizado. La técnica de medida en la que se
debe entrenar al paciente incluye prácticamente las mismas recomendaciones desarrolladas
para la toma en consulta (posición, tiempo de reposo, ambiente, etc.). Ahora
bien, respecto al número de medidas, deberá realizarse durante un período de 7
días, con 2 o 3 tomas matinales y otras tantas vespertinas, siempre antes de la
toma de la medicación y, tras despreciarse el primer día, realizar la media del
resto de determinaciones. Los dispositivos disponibles en el mercado, para ser
fiables, han de superar los protocolos de la Sociedad Británica de Hipertensión
(BHS) y/o de la Asociación para el Progreso de la Instrumentación Médica
(AAMI), y últimamente, como alternativa más sencilla, el nuevo Protocolo
Internacional elaborado por la Sociedad Europea de Hipertensión. Ya que hay una
enorme variedad de aparatos comercializados, es recomendable visitar la página web
de la Sociedad Británica de Hipertensión (www.bhsoc.org) y la de la compañía
Dabl (www.dableducational.org), para saber cuáles de ellos cumplen con los
criterios de validación.
Los dispositivos de muñeca no
se recomiendan, con independencia de su fiabilidad, por su dependencia de la
posición del brazo y la muñeca, aunque podrían ser de utilidad en pacientes muy
obesos cuando no dispongamos de manguitos adecuados. El mantenimiento de estos
dispositivos de medida por parte de los pacientes suele ser nulo o escaso. Por
estas razones, el clínico debe mantener un papel activo en los pacientes que realizan
AMPA y recomendar la adquisición únicamente de equipos validados, así como su
calibración anual, además de instruir acerca de la técnica correcta de
utilización.
Aparte de su utilidad en el
diagnóstico de la HTA clínica aislada y en la HTA enmascarada, y de que sus
valores muestran una mejor correlación con el riesgo cardiovascular, el EMO y
la AMPA puede contribuir a mejorar la
adhesión del paciente al proceso terapéutico e incrementar, por tanto, las
tasas de control de PA.
En conclusión, El EMO y la AMPA son elementos de gran interés en la práctica clínica, pero
que exige un compromiso activo del personal sanitario , los prevencionista en
el sitio de trabajo , la empresa y los trabajadores mediante su participación activa
en los sistemas de gestión de salud en el trabajo y los sistemas de vigilancia epidemiológica
a través de un control continuo de las condiciones de desarrollo de la HTA.

Excelente información y está a Sido una medida preventiva, exitosa. Lo felicito.
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